¡Cuidemos el agua!, ¡gota a gota, el agua se agota!... Son frases que las
vengo escuchando desde que tengo uso de razón, incluso desde mis antepasados familiares.
Pero sin ningún éxito, ni el más mínimo remordimiento puede contener
ésta nefasta situación.
Puede resultar inverosímil, poco
sostenible que ésta advertencia suceda tan de pronto, pero sucederá. Sin
embargo en pleno siglo XXI aún se sigue manteniendo ésta férrea, suplicadora
frase y nadie hace nada. El agua al volverse un elemento no renovable se agotará
y con ella vendrán las pandemias, enfermedades, fenómenos, etc.
En esta carta escrita por un buen
hombre, como todos nosotros. Ya lo hace en el año del 2070 y pone mucho énfasis,
recordando tal vez un hecho que se pudo controlar.
En el vídeo se narran todas las cosas
negativas, desgracias, debacles; donde la mano del hombre se vuelve un
artífice , el autor principal que lastima y somete al medio ambiente,
situándose a la pérdida de este líquido elemento.
Si se hace caso omiso o
sencillamente se le sigue dando la espalda al problema, haciendo gastos excesivos
e irracionales de agua. Pues avanzaremos y terminaremos con matar, destruir
nuestra hábitat, trayendo sus más nefastas consecuencias como, suprimiendo la
existencia de la raza humana, sumándose así a imposibilitar al desarrollo de
las futuras generaciones.
Esto suena a herencia, preocupémonos.
Es alarmante al convertirnos en
un expectante a este vídeo, sin poder hacer nada. Solo por citar un ejemplo el
agua se convertirá en racional lo que antes fue irracional y se suministrará
cada vez más.
Se imaginan tomar medio vaso agua
cuando se toma gustosamente más de ocho vasos o raparse el cabello para no
lavarse a diario, esto es inaudito. Hagamos algo sensato, todavía estamos a
tiempo.
Pero toquemos a la generación
venidera, a nuestros hijos. Y cuando se quiera compartir gratos momentos y ante
la pregunta, cómo era el ayer, solo evocaremos con una gran nostalgia los
recuerdos que felizmente se pudo gozar, pero como digo irracionalmente se pudo
rechazar. Contar a nuestros hijos que todo era verde, los riachuelos, se lavaba
el carro de mi padre con abundante agua y a cada momento.
O cuando nuestros hijos sean
víctimas de asaltos, robos hasta la muerte por un bidón de agua o algo líquido
para beber. Y sobre todo al trabajar, pero en vez de recibir un salario de
capital, esperemos con ansias una paga de agua.
Es preciso decir que este breve
contenido visual, más que exclamatorio es un llamado a sensibilizarnos aquí y ahora a
todos los que habitamos a este mundo, también hacer un mea culpa por todos los
desastres, contaminación que hacemos, que en vez de talar un árbol sembremos
vida, en vez de quemar dióxido de carbono reforestemos un bosque y se sume al
pulmón de nuestra biodiversidad.
Finalmente yo quiero que mis
hijos puedan seguir viviendo en un mundo con una frondosa naturaleza, abundante
agua, riachuelos con cristalinas aguas. Y cuando llegue el momento de tener 50
años no parezca de 85.
Cambiemos ya…………..